Instalación multidimensional que consiste en un dispositivo de proyección de secuencias visuales animadas que reiteran la descomposición ilusoria de planos, llevándola a un nuevo territorio visual.
La imagen y su relación con la luz se vuelve multidimensional si se piensa desde el plano conceptual (pues la fotografía se genera a partir de la luz del sol que rebota sobre las superficies del paisaje  y que entra a la cámara para ser capturada por el sensor digital que la procesa para convertirla en una imagen-pantalla o en una proyección, que funcionan, respectivamente, con luz, misma que es absorbida por la retina para ser interpretada por el humano: así se advierte la relación del concepto multidimensional con los procesos involucrados en el proyecto Luxoscopía), pero también en el plano formal, en el que una imagen fotográfica animada y bidimensional se expande a través de planos seriados de un material que atrapa fragmentos de la luz y los refleja, haciéndolos visibles, pero filtra otra parte de esa luz, permitiendo que el siguiente plano la atrape también. Así se evidencia con claridad el concepto de multidimensión, presentado un prisma rectangular como una estructura que contiene los soportes para la imagen: Telas de tul blanco sostenidas por delgadas varillas cuadradas como pantallas, y un mueble de sobrias formas que funciona como espacio de almacenamiento para el equipo tecnológico que le da vida a la instalación.